Se hace sentir en todos los niveles educativos, las oficinas estatales y los bancos. En salud hay guardias mínimas. El comercio, los colectivos y la gastronomía trabajan sin alteraciones. No hay recolección de residuos y se cancelaron vuelos.
El tercer paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) contra el gobierno de Javier Milei tuvo este jueves un acatamiento parcial en Mar del Plata, donde la medida se sintió con mayor fuerza en la actividad pública, mientras que tuvo menor adhesión en el sector privado.
La imagen que sugiere un paro general no fue, al menos en su totalidad, la que reflejó Mar del Plata este jueves. El movimiento en las calles fue levemente menor al habitual debido al impacto que la medida tuvo en escuelas y universidades, bancos, parte del Poder Judicial, oficinas públicas, la salud y algunos servicios municipales. Sin embargo, el transporte de pasajeros y la actividad comercial prácticamente no registraron alteraciones.
El hecho de que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) no adhiriera a esta medida, como sí lo hizo en huelgas anteriores, marcó la diferencia. Esto se notó en la ciudad, e incluso la propia CGT local reconoció que el transporte “influyó mucho” en el acatamiento, que tuvo “una adhesión del 60 al 70%”, según el secretario general, José Luis Rocha.
En las zonas más comerciales, a pesar de la adhesión del Sindicato de Empleados de Comercio al paro “por mejoras salariales y paritarias libres”, la amplia mayoría de los locales abrió con normalidad, incluso con su personal atendiendo al público, es decir, no solo con sus dueños al frente del mostrador. Ni en pequeños comercios ni en grandes cadenas se sintió con fuerza la jornada, y las persianas bajas fueron una excepción. La baja adhesión en este sector fue un contrapunto clave en el marco de la jornada.
La gastronomía, por su parte, funcionó con normalidad, ya que el sindicato de Gastronómicos, UTHGRA, optó por no adherir a la jornada de lucha. Así, cafés y restaurantes trabajaron sin alteraciones a lo largo del día.
Los bancos permanecieron cerrados. En algunas sucursales, la Asociación Bancaria colocó carteles alusivos al paro en las puertas, mientras que la mayoría de los cajeros automáticos operaron con normalidad.
Donde mayor impacto tuvo el paro general fue en el ámbito educativo y en las oficinas estatales. En la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), buena parte de las actividades quedaron suspendidas, debido a la adhesión al paro de la Asociación del Personal Universitario (APU) y la Agremiación Docente Universitaria Marplatense (ADUM).
Algunas escuelas cerraron, mientras que otras permanecieron abiertas y la adhesión, según los gremios docentes, habría sido mayor en los establecimientos provinciales que en los municipales. El impacto fue dispar. En algunas directamente no se dictaron clases y, en otras, la decisión de asistir quedó a criterio de cada familia.
Fuentes de la Comuna señalaron que fue relativamente bajo el acatamiento entre los docentes municipales y que, a su vez, se estaban evaluando medidas, como el posible descuento del día a quienes pararon, tal como sucedió en otras oportunidades, a pesar de la vigencia del derecho a huelga.
También dentro del ámbito municipal, los centros de salud funcionaron con guardias mínimas y las oficinas que dependen de la Municipalidad estuvieron cerradas. En los hospitales públicos también se aplicaron guardias mínimas para garantizar la atención, mientras que las clínicas privadas trabajaron con normalidad.
Por su parte, el servicio de recolección de residuos estuvo interrumpido desde el miércoles por la noche, y durante la jornada se notó el cese de actividades con la acumulación de bolsas de basura en las calles.
En los organismos públicos sí la actividad se vio reducida. Ezequiel Navarro, secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Autónoma en la ciudad, informó que las oficinas estuvieron abiertas, pero que el acatamiento “fue del 80%”.
Al igual que el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), también la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se plegaron a la jornada, lo que afectó a dependencias como PAMI e IOMA, entre otras.
Un caso puntual en este sentido se dio en ANSES, donde, a pesar del paro, las oficinas de este organismo dependiente del Ministerio de Capital Humano permanecieron abiertas al público, aunque con una modalidad atípica: personal reducido (por la adhesión a la medida de fuerza) y con la mayoría de sus persianas bajas.
A través de un comunicado emitido antes del inicio de la jornada, se informó que, pese a las medidas de fuerza convocadas, las oficinas de ANSES en todo el país funcionarían “con normalidad” y brindarían atención al público como de costumbre. Sin embargo, esta “normalidad” no fue completa. En la ciudad, las distintas sucursales del organismo abrieron sus puertas, pero con casi todas sus persianas bajas.
En el Correo Argentino no hubo actividad este jueves, y la sede de avenida Luro y Santiago del Estero estuvo cerrada. “Las y los telepostales queremos paritarias libres y urgente. Terminamos el 2024 con un 80% de devaluación en nuestro sueldo y nos ofrecen 2,7% de aumento. La canasta básica es de $1.033.000 y nuestro sueldo de $600.000″, decía uno de los mensajes pegados en la puerta.
En el ámbito judicial, la Asociación Judicial Bonaerense (AJB) reportó un “importante acatamiento” de trabajadores al paro nacional, lo que derivó en una merma importante del movimiento habitual en las oficinas judiciales de la ciudad, mientras que algunas dependencias operaron sin cambios.
Luego, entre otros rubros, gomerías y talleres mecánicos abrieron y trabajaron normalmente, al igual que los locales de repuestos y concesionarias, pese a la adhesión del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de Argentina (Smata).
Además, nivel nacional, el paro provocó más de 300 vuelos cancelados. Entre ellos, los cuatro de Aerolíneas Argentinas que debían arribar al aeropuerto “Astor Piazzolla” de Mar del Plata desde Aeroparque, así como los tres que estaban programados para partir desde la ciudad hacia Buenos Aires.